El rol del sindicalismo en la defensa de derechos laborales en tiempos de crisis

El sindicalismo enfrenta uno de sus mayores desafíos históricos en el siglo XXI. A medida que el mundo laboral experimenta transformaciones radicales impulsadas por la digitalización, la precarización del empleo, la tercerización indiscriminada y crisis económicas recurrentes, los sindicatos deben redefinir su papel institucional para mantenerse relevantes y efectivos en la defensa de derechos laborales.

Rol Fundamental del Sindicalismo: Función de Contrapoder

Los sindicatos existen fundamentalmente para crear paridad de fuerzas en una relación laboral intrínsecamente asimétrica. En una transacción de mercado típica, comprador y vendedor tienen poder similar; en la relación laboral, el empleador controla los medios de producción, determina las condiciones iniciales de contratación, controla el despido, y tiene capacidad de represalia. El trabajador individual es fácilmente reemplazable en economías con desempleo alto o empleo informal abundante.​

En contextos de crisis económica, esta asimetría se amplifica dramáticamente. Los trabajadores enfrentan mayor vulnerabilidad al desempleo, menor poder de negociación individual, presión para aceptar peores condiciones, y riesgo de perder beneficios conquistados. Es precisamente en estos momentos cuando los sindicatos adquieren importancia crítica como mecanismo mediante el cual los trabajadores pueden ejercer poder colectivo.​

La Amnistía Internacional reconoce explícitamente que «los sindicatos son fundamentales para proteger y promover los derechos humanos, incluidos los derechos económicos, sociales y culturales». Los sindicatos desempeñan papel clave en negociaciones con entidades empleadoras y en acción colectiva para apoyar derechos de personas que trabajan, equilibrando poder y garantizando que trabajadores estén en posición de defender sus derechos y exigir responsabilidades a empleadores.​

Negociación Colectiva como Mecanismo Anticrisis

Un estudio reciente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que examinó negociaciones colectivas en 80 países concluye que este mecanismo cumplió papel destacable durante la pandemia protegiendo a trabajadores y empresas, asegurando continuidad de negocios y salvando puestos de trabajo e ingresos. Los convenios colectivos pueden ser un «bastión anticrisis» pues las partes estarían en mejores condiciones para encarar crisis; y pueden servir para afrontar cambios estructurales que se vienen en el mundo del trabajo. En contextos de crisis, la negociación colectiva permite distribuir cargas de forma equitativa, proteger empleo mediante medidas alternativas al despido, evitar reducción salarial unilateral, y mantener cierta estabilidad social.​


Crisis Estructural del Sindicalismo Contemporáneo

Debilitamiento Sistemático en Perú y América Latina

Contrario a predicciones del «fin de los sindicatos», los primeros años del siglo XXI vieron revitalización sindical importante en países como Argentina y Uruguay. Sin embargo, en Perú el panorama ha sido menos positivo. Las cifras muestran que desde mediados de la década del 80 existe proceso sistemático de debilitamiento sindical expresado en caída del número de pliegos presentados, convenios alcanzados, y trabajadores en huelga. Entre 2008 y 2016, el número de trabajadores afiliados en el sector privado peruano no se alteró sustancialmente.​

Investigación académica reciente documenta que «la cobertura de negociación colectiva» en Perú está «iniciando la discreta extinción de sindicatos mayoritarios», con descenso sostenido desde 2006 en adelante. La negociación colectiva en Perú solo cubre 6-8% de fuerza laboral, indicativo de debilidad fundamental de sindicalismo.​

Causas de Crisis Estructural

Analistas coinciden en que el sindicalismo enfrenta «crisis estructural» cuyas causas incluyen la reforma laboral de 1992 que desreguló el mercado laboral, instituyó políticas neoliberales e implementó hiperdescentralización de negociación colectiva al nivel de empresa individual, fragmentando la fuerza sindical.​

Los cambios estructurales en el mercado laboral son también fundamentales. La forma sindicato fue construida en contexto socioeconómico diferente, con empleo estándar, relaciones laborales estables, y concentración de trabajadores en grandes empresas. Actualmente, existe proliferación de trabajo precario, temporal, por horas, fragmentación de trabajadores en microempresas y plataformas, tercerización generalizada, y trabajo de plataformas digital que atomiza a trabajadores.​

Existe también «expansión social» de ideas que predican individualización de la relación laboral, en detrimento de estructuras colectivas que constituyen la base del sindicalismo. Los empleadores evitan negociación colectiva mediante extensión unilateral de beneficios a nivel individual, creando efecto de «parásita» donde trabajadores no afiliados acceden a beneficios conquistados por sindicatos sin contribuir, desincentivando afiliación.​

Un problema importante es la brecha generacional entre trabajadores en general, trabajadores afiliados y dirigentes sindicales, con «notorio desinterés por sindicalización en estratos jóvenes».​


Crisis Laborales Contemporáneas: Respuesta Sindical en Perú 2025

El «Shock Desregulatorio» y Respuesta Sindical

En 2025, el Ministerio de Economía y Finanzas de Perú promovió un plan de «shock desregulatorio» presentado como estrategia para eliminar «barreras burocráticas» a inversión privada. La CGTP denunció que se trata de «ofensiva neoliberal que busca debilitar derechos laborales conquistados por años de lucha del movimiento sindical». El paquete busca débilitar libertad sindical, fomentar tercerización sin límites, facilitar despidos masivos, reducir protección de derechos laborales, y promover empleo precario en sector público y trabajadores de plataformas.​

Movilizaciones de 2025 como Respuesta Sindical

En respuesta, CGTP convocó múltiples movilizaciones nacionales. En marzo de 2025, miles de trabajadores tomaron calles para rechazar reforma laboral propuesta, denunciando especialmente reciclaje de propuesta de Remuneración Integral Anual (RIA) que busca incluir gratificaciones e CTS dentro del salario mensual, generando falsa impresión de incremento salarial mientras mantiene ingresos anuales sin variación. En julio de 2025, CGTP convocó Movilización Nacional contra «grave crisis política, económica y social» del Perú, denunciando aumento de sueldo de Presidenta mientras mantiene congelada remuneración mínima vital y políticas que precarizan trabajo.​


Estrategias de Renovación Sindical: Respuestas a Crisis

Negociación Colectiva Estratégica

Los sindicatos han desarrollado enfoque sofisticado de negociación colectiva que va más allá de demandas salariales. El V Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva (V AENC, 2023-2025) en España establece política salarial coordinada con incrementos que contribuyan simultáneamente a reactivación económica, creación de empleo y mejora de competitividad.​

Este modelo incluye flexibilidad interna (reducción de jornada, movilidad funcional) como alternativas a despidos durante crisis, desarrollo de derechos digitales incluyendo trabajo a distancia y derecho a desconexión digital, cláusulas de revisión salarial garantistas con revisiones anuales sin topes y efectos retroactivos, y planes integrales de prevención de accidentes.​

Innovación Sindical y Digitalización

Las nuevas formas de organización del trabajo imponen cambios tecnológicos en sindicatos. Las nuevas TIC y uso de redes sociales se muestran como instrumentos imprescindibles para atajar brechas de participación en contexto de trabajo atípico, fragmentado y digital. La tecnología digital «ofrece a organizaciones de trabajadores el potencial de conectarse con trabajadores fuera de» contextos tradicionales de empresa única.​

Organización de Trabajadores Informales y de Plataformas

Un ejemplo importante de revitalización sindical ha sido éxito de sindicatos en América Latina en organizar trabajadores informales. El proyecto de Trabajadores Informales del Transporte de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) desarrolló metodologías que incluyen mapeo de plataformas de transporte informal, forja de alianzas con asociaciones informales, investigación de relaciones de empleo, y apoyo a negociación colectiva con empleadores y gobiernos.​

En Argentina, la Asociación de Personal de Plataformas (APP) ha desarrollado «formas particularmente innovadoras» de organización de trabajadores de economía de plataformas, aunque enfrenta «obstáculos diversos y verdaderamente complejos».​

Alianzas con Movimientos Sociales

Sindicatos del siglo XXI están reconociendo necesidad de trabajar en conjunto con otros movimientos sociales. «Los sindicatos necesitan trabajar en conjunto con otros movimientos sociales, como los relacionados con la crisis climática», que es «la principal causa de los jóvenes en la actualidad». Estas alianzas permiten ampliar base de movilización, conectar luchas laborales con otras justas sociales, atraer a trabajadores jóvenes interesados en problemáticas más amplias, y construir poder social más allá del ámbito estrictamente laboral.​


Protesta Social y Huelga como Herramientas en Crisis

Rol de Protesta Durante Crisis

Durante crisis económicas, la protesta social surge como mecanismo fundamental de presión. Estudios sobre conflictividad durante pandemia de COVID-19 muestran que, a pesar de medidas de confinamiento, la «decisión de protestar o no protestar» fue compleja para trabajadores, donde crisis económica intensificaba necesidad de protesta mientras confinamiento limitaba movilización tradicional.​

En estos contextos, sindicatos jugaron rol «fundamental agrupando la intención de los trabajadores por proteger derechos laborales». Durante pandemia en Perú, el gobierno promulgó el Decreto de Urgencia N° 038-2020 que permitía suspender contratos laborales sin pago de remuneración. Los sindicatos lideraron campañas de protesta nacional para exigir derogación de esta medida, denunciando que «socavaba la negociación colectiva» e implementaba «política antilaboral de luz verde a despidos colectivos».​

Legitimidad de Huelga y Derecho a Protesta

La protesta social sobre aspectos laborales, incluida huelga, está amparada en constituciones democráticas. El Tribunal Constitucional de Perú ha reconocido que «el derecho a la protesta social» está ampliamente garantizado. Sin embargo, en contextos de emergencia, gobiernos pueden implementar medidas que restringen este derecho, generando debate sobre balance entre seguridad pública y derechos laborales.​


Negociación Colectiva en Tiempos de Crisis: Desafíos y Oportunidades

Desafíos en Implementación

La negociación colectiva en tiempos de crisis presenta tensiones inherentes. Las empresas argumentan que crisis requiere «flexibilidad», presionando a sindicatos a reducir demandas. En contexto de tercerización y fragmentación, surge pregunta fundamental: ¿quién tiene legitimidad para negociar? ¿El sindicato de empresa principal? ¿Sindicatos de empresas tercerizadoras? ¿Asociaciones de trabajadores informales?​

Sindicatos frecuentemente carecen de información sobre situación financiera real de empresas, dificultando evaluación de si propuestas empresariales de «sacrificio» son realmente necesarias. En contexto de desempleo alto, sindicatos están débiles.​

Elementos de Negociación Efectiva

Pese a desafíos, sindicatos que negocian efectivamente en crisis implementan presupuestarios completos considerando no solo presupuesto disponible actual sino progresión de beneficios en tiempo y futuro de relaciones laborales, cláusulas de revisión garantistas que eviten congelamiento de beneficios, flexibilidad interna privilegiando reducción de jornada sobre desempleo permanente, protección de núcleo duro de derechos como inalienables incluso en crisis (seguridad y salud, libertad sindical, no discriminación), y mecanismos de resolución de conflictos.​


Perspectivas y Necesaria Renovación del Sindicalismo

Cambios Necesarios para Revitalización

Para que sindicalismo se revitalice en el siglo XXI y cumpla efectivamente su rol en defensa de derechos durante crisis, es necesario reorganización estructural pasando de sindicatos por empresa a sindicatos por sector o profesión, adopción digital invirtiendo en tecnologías que permitan comunicación de trabajadores digitalizados, flexibilización institucional creando estructuras que permitan participación de trabajadores informales y precarios, renovación generacional desarrollando liderazgos jóvenes, y ampliación de alianzas trabajando conjuntamente con movimientos sociales.​

Formas Emergentes de Organización

La investigación documenta emergencia de «proto-sindicalismo» y «cuasi-unionismo» como formas intermedias entre sindicatos clásicos y asociaciones, incluyendo asociaciones profesionales de trabajadores de plataformas, cooperativas de trabajo, mutualidades de trabajadores informales, y sindicatos flexibles que agrupan a trabajadores de múltiples plataformas.​


El rol del sindicalismo en defensa de derechos laborales en tiempos de crisis es fundamental e insustituible. Mientras que crisis económicas y sociales generan presiones que erosionan poder sindical, simultáneamente crean imperativo para que sindicatos actúen como contrapoder social frente a intentos de gobiernos y empleadores de trasladar costos de crisis hacia trabajadores.

El desafío central del sindicalismo contemporáneo es cómo mantener y renovar su capacidad de organización colectiva en contexto donde fuerzas estructurales—fragmentación del trabajo, tercerización, plataformas digitales, informalidad masiva—actúan para atomizar y desorganizar la fuerza laboral.​

Las respuestas vendrán de innovación en formas de organización, adopción de tecnologías digitales, ampliación de alianzas, y renovación generacional. Pero sobre todo, dependerán de que los sindicatos logren demostrar que siguen siendo instrumentos útiles para que trabajadores defiendan sus intereses en un mundo laboral radicalmente transformado.

Las movilizaciones de la CGTP en 2025 en Perú representan tanto un acto de defensa de conquistas históricas como un grito de renovación. Su éxito no se medirá solo en cambios de políticas gubernamentales, sino en capacidad de construir nuevas formas de poder sindical adaptadas a realidades contemporáneas del trabajo: digital, fragmentado, precario, pero nunca menos colectivo.

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